Cuentan una infinidad
de leyendas propias de la comunidad, como el tronchador, la llorona, la
siguanaba, el caballo nocturno, los hombres que se transforman de monos entre
otras.
La señora de Blanco.
Hace muchos años en
un terreno abandonado de la comunidad, cerca de otro con siembras de café
y aguacatales, ocurrió que una noche de
luna llena unas personas que salían de una vigilia por una iglesia cercana,
oyeron de pronto en el terreno abandonado unos ruidos extraños, las personas
sintieron temor y escalofríos al escucharlo y se alejaron de prisa.
Pasaron varias noches
escuchándose esos ruidos, era como si estuvieran trabajando y hablando en el.
Una noche los vecinos se armaron de valor y decidieron ir a ver de que se
trataba pues el miedo los estaba invadiendo, al llegar al lugar se dieron un
gran susto, pues nunca imaginaron que era una mujer vestida de blanco con pelo
muy largo que llevaba un canasto lleno de espinas, los vecinos quedaron atónitos
que dejaron pasar a la mujer y vieron como se adentraba en los cafetales del
terreno vecino hasta desaparecer, quedaron impactados y nunca hallaron la razón
del porque eligió ese terreno, algunos vecinos creían que eran lamentos por el
abandono de la tierra, pues en el canasto solamente llevaba espinas. Con el
tiempo fueron desapareciendo los ruidos y nunca volvieron a escucharlos.
Bonita leyenda
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